Imagen tomada de Pinterest.
En los estudios de posgrado se suele hacer énfasis en la importancia del marco teórico como el puente entre el problema —de investigación o intervención— y la metodología que se plantea para atenderlo, como la estructura en la cual se enmarca y sobre la cual se construye el proyecto.
A lo largo de la revisión de la problemática, de su puesta en contexto y la justificación de su importancia, así como en la revisión de trabajos que han atendido problemáticas similares, surgen una variedad de términos y conceptos asociados, constructos que van conformando el marco para la discusión de la problemática, de las maneras en que se ha atendido y cómo se le pretende atender en el proyecto en curso, constituyéndose así en parte substancial del lenguaje con el que se describe lo que se observa y lo que se hace. El marco teórico o conceptual viene a ser el espacio en el que nos sentamos reflexionar sobre estos constructos, a darles una forma más definida y a observar sus interrelaciones. Con ello sentamos las bases tanto para mejorar la comprensión de la problemática y el estado del arte —y regresar a ellos y mejorar su exposición— como para establecer la metodología a seguir para atender el problema, para analizar los resultados, para llegar a conclusiones y proponer líneas de acción a futuro.
Ciertamente, la reflexión demanda la revisión del legado que nos han dejado quienes han trabajado antes los mismos temas o similares; demanda la revisión del trabajo, el diálogo con pensadores brillantes, teóricos e investigadores en general que , en conjunto, nos ofrecen los insumos para construir nuestro marco de referencia para entender y describir lo que hacemos. Sin embargo, el marco teórico no es ese diálogo, sino el resultado del mismo. El marco teórico es la construcción que hacemos: nuestras afirmaciones y definiciones, que sostenemos con nuestros argumentos que se asientan, aterrizan finalmente, en estos autores.
Sin embargo, observo con frecuencia que la “teoría” en él se presenta como una lista relativamente larga de autores —según el esfuerzo que haya puesto el investigador en recolectarlos— con sus obras, sus ideas, sus opiniones e incluso, con cierta frecuencia, sus propias palabras —como cita textual, parafraseadas, o meramente copiadas y pegadas, de modo que aparentan ser propias.
En otras palabras, en vez de presentar un puente como el que se muestra arriba, en muchas ocasiones solamente se presenta una lista de piezas aisladas, vinculadas únicamente por la secuencialidad del texto, incapaces incluso en grupo de hacer la función que se espera del marco teórico. En esos casos, se deja al lector la tarea de observar las piezas, imaginar el puente y transitar de un lado al otro pisando con cuidado para no caerse. En otras ocasiones incluso se usan los autores como escudos protectores ante cualquier crítica al trabajo realizado, sus propias palabras para establecer que ‘no lo digo yo, lo dijeron ellos’; incluso para aventarlos al lector, pues a fin de cuentas la mejor defensa es el ataque.

¿Qué hace falta para construir un puente a partir de estas piezas? Comenzar a establecer relaciones entre las distintas aportaciones de los autores revisados. Relaciones como similitudes, variaciones, diferencias, generalizaciones, especializaciones, antagonismos, inclusiones, intersecciones, integraciones…

Porque es solamente cuando empezamos a hacer nuestras construcciones propias, relacionando autores, trabajos, ideas, definiciones, teorías y otros elementos, que empezamos a dar forma a un marco teórico. Cuando identificamos una serie de relaciones que apuntan en una misma dirección y entonces descubrimos dimensiones de análisis, algunas paralelas, otras ortogonales y otras tangenciales; descubrimos convergencias y divergencias, grupos de propuestas teóricas más integrados que otros, paradigmas.

De esa manera, la estructura que da soporte al proyecto comenzará a surgir y tomará la forma que le corresponde según el caso. Una construcción propia, un marco teórico con la estructura que le corresponde a nuestro proyecto.
Bibliografía
[1] W. R. Daros, “¿Qué es un marco teórico?”, Enfoques, vol. XIV, núm. 1 & 2, pp. 73–112, 2002.
[2] Wikipedia contributors,. “Tinkertoy”, en Wikipedia, The Free Encyclopedia. Recperado a las 03:11 GMT el 9 de diciembre, 2020. https://en.wikipedia.org/w/index.php?title=Tinkertoy&oldid=982061173

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