El día de hoy tuve la oportunidad de asistir a la conferencia de Víctor Koleszar, Pensamiento computacional en la escuela pública Uruguaya, como parte del 2° Seminario Iberoamericano de Pensamiento Computacional y quedé gratamente impresionado por lo que han hecho en ese país para dotar a las escuelas y a los alumnos de tecnología digital —el 100% de las escuelas públicas de educación básica tienen conexión de banda ancha a Internet y más del 80% de los alumnos cuentan con una computadora entregada por el gobierno— y hacer uso de esa infraestructura para formar a las nuevas generaciones y a sus docentes en pensamiento computacional, que los habilita para ser usuarios creativos de la tecnología para la resolución de problemas mediante procesos de abstracción y automatización.
La pregunta obligada fue ¿qué de su experiencia puede trasladarse a nuestro país? Esto es, México, considerando que las escuelas públicas de educación básica (primera y secundaria) no tienen acceso a Internet; que durante la pandemia se tuvo que hacer uso de las conexiones a Internet de los profesores y los alumnos pedían prestado el teléfono celular del padre o la madre para poder participar en las actividades educativas en línea. Los uruguayos comenzaron su proceso innovador en 2007, así que tal vez para 2035 o 2045 o 2055…
Al terminar la conferencia y después de almorzar, abrí mi buzón de correo electrónico y me encontré con un mensaje de mi universidad en el que se ofrecen becas para Talend Land 2022, el magno evento de tecnología digital en el estado de Jalisco. Un evento con un sitio web que me traslada a la ciencia ficción, con ponentes principales con nombres impresionantes, como Beakman, Superholly, Luisito Comunica y Khrisna VR, entre otros; en un escenario lleno de luces, de movimiento, de exhibiciones de hardware y software, con usuarios explorando la última tecnología en videojuegos. Una recreación en la Expo de la vorágine del desarrollo de la tecnología digital que desafía nuestra capacidad de atención y nos invita a dejarnos llevar, a absorber inconscientemente, a aplaudir.
— Claro, por supuesto. ¿Qué sentido tiene la tecnología digital si no brilla, si no luce, si no deslumbra, si no te deja una sensación de que has disfrutado y aprendido mucho (aunque probablemente no hayas aprendido nada)? ¿De qué otra manera vamos a querer correr para subirnos al tren tecnológico, comprar lo último en tecnología o emprender al estilo de nuestros súper héroes, Musk, Zuckerberg, Bezos, Gates…
—Oye, pero el boleto cuesta $3,900.00 MXN ($6,800 MXN VIP)…
—Vale a pena la beca entonces, ¿no? Aunque solamente sea del 75%.
Dotar a las escuelas de conexiones a Internet y tecnología digital no brilla igual. Formar a las nuevas generaciones en tecnología digital —puedan o no pagar la entrada a eventos como Talend Land— tampoco brilla igual. Además, ciudadanos alfabetizados en lo digital no van a dejarse deslumbrar por espejitos y no van a comprarlos, cuesten lo que cuesten. Finalmente, eventos como éste no necesitan justificarse con estudios de cobertura ni de impacto en el desarrollo de competencias para el siglo XXI. ¡Son el siglo XXI!
Brillan, y eso es todo lo que hace falta en nuestro país.