
Hace algunos meses vi en Netflix la película polaca Znachor (El curandero), que trata de un médico muy capaz que, por azares del destino, pierde su memoria. Se da a entender que vaga varios años por la provincia del país sin saber quién es, buscando sin saber qué busca, hasta que se enfrenta a una situación en que alguien necesita ayuda médica y entonces descubre que sabe curar, aunque no recuerda tener los conocimientos necesarios ni cómo pudo haberlos obtenido. A partir de ahí, su fama como curandero crece, pues es capaz de aliviar las enfermedades de sus pacientes aunque no pueda explicar racionalmente las decisiones que toma.
Se podría decir que esta situación se está convirtiendo en una suerte de epidemia desde la popularización de la Inteligencia Artificial Generativa, en el sentido de que, a lo largo del año pasado, nos hemos dado cuenta de que podemos hacer muchas cosas —describir un proceso histórico o una región geográfica, explicar un fenómeno político reciente, resolver problemas de matemáticas, física o química, analizar un texto o escribir un programa— aunque no recordemos tener los conocimientos necesarios para ello ni cómo pudimos haberlos obtenido. Solamente sabemos que esto se debe a una especie de implante (el teléfono celular, la tableta, la laptop o la computadora de escritorio) y al uso adecuado de un protocolo (prompting) para acceder a estas nuevas habilidades. Es como si de la noche a la mañana hubieramos leído toda la World Wide Web, incluidos todos los libros accesibles a través de ella, visto todas sus imágenes y escuchado y visto la mayor parte de sus videos.
Por ejemplo, ante un poema reciente de un autor desconocido, como
Te mataron Ailin, te mataron
con pistolas de violencia.
Porque tu ser dijo que no
a llevar de otro modo
su existencia.
Terminaron así tu corta vida.
Acabaron de golpe con tus sueños.
Eres héroe, Ailin.
Bien merecida
la protesta, la ovación, el duelo.
Pues te mataron, Ailin. Te mataron.
del que no hay reseñas críticas que copiar y pegar, podemos decir algo como
El poema transmite una fuerte carga emocional y aborda un tema sensible, que es la violencia y la pérdida de una vida. La elección de palabras y la estructura utilizada ayudan a enfatizar el impacto y la tristeza que se siente ante la muerte de Ailin. Los versos cortos y directos contribuyen a la contundencia del mensaje.
Además, la repetición del verso «Te mataron, Ailin. Te mataron.» en el inicio y el final del poema crea un efecto de eco que subraya la gravedad de lo sucedido.
En términos de técnica poética, el uso de la aliteración en «pistolas de violencia» y la rima asonante en «modo/su existencia» aportan musicalidad y fluidez al poema.
En general, considero que tu poema es efectivo en su mensaje y logra transmitir la indignación y el dolor frente a la violencia y la pérdida de una vida.
Texto generado por ChatGPT como respuesta a la solicitud de analizar el poema.
Esto es, incluso, aunque hayamos sido malos lectores y peores redactores de texto, aunque parezcamos desconocer el significado de aliteración y de rima asonante —aunque podemos explicarlo, si nos lo piden, gracias a nuestro implante.

Lo anterior trae a mi mente otra película, Los Increíbles, y de ella a un personaje particular, el pequeño Jack-Jack, el hijo menor de la familia Parr, que a lo largo de la película va descubriendo los superpoderes que no sabía que tenía y que empieza a usar de acuerdo a sus intereses, desde su ingenua perspectiva de bebé.
Se me ocurre entonces que la gigantesca turbulencia que está provocando la Inteligencia Artificial Generativa en la Educación hace mucho sentido, porque es como si nuestros niños y jovenes estuvieran descubriendo sus superpoderes y los empezaran a usar de acuerdo a sus intereses, desde su perspectiva de niños y adolescentes y jóvenes adultos, que suele hacer más énfasis en la diversión y la satisfacción inmediata que en la ardua tarea de aprender. Es como si estuviéramos educando a Jack-Jack.
Postdata
El Asistente de IA de WordPress ha generado las siguientes observaciones sobre mi nota:
El contenido explora con éxito el impacto de la Inteligencia Artificial Generativa y establece una convincente analogía con la película «Znachor» y «Los Increíbles». La analogía transmite efectivamente el impacto potencial de la GAI en la educación. Sin embargo, el artículo se beneficiaría si ampliara aún más los posibles desafíos y consideraciones que surgen de esta analogía, abordando potencialmente la importancia de la orientación y la dirección para aprovechar estas nuevas habilidades. Además, integrar ejemplos del mundo real u opiniones de expertos podría mejorar la profundidad del análisis manteniendo el estilo atractivo. Por último, asegurarse de que la analogía siga siendo clara y coherente a lo largo del artículo ayudará a transmitir eficazmente el mensaje deseado a los lectores.
Traducción automática por Google Translate.

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